martes, 17 de diciembre de 2019

Paola Quiroga



Yo viví 26 años en Fraternidad, ahora vivo en el barrio Bicentenario, soy profe de ciencias de secundaria, hago teatro y danzas como hobbies digamos.



Con respecto a los recuerdos del barrio, la verdad es que son muy lindos, yo vivía en la casa Mendoza, a una cuadra y media de la plaza. Hice el jardín cuando aún funcionaba en la Sociedad de Fomento, con la señorita Gloria Echeverría, estábamos todos juntos, hice todas las salas del jardín ahí.

Me acuerdo que en mi manzana había cuatro familias nada más, una iglesia evangelista, la casa de mi abuela, la de doña Tita, la familia Gorosito, del otro lado, vivía Isabel, y la familia Ubellart. Los terrenos que quedaban los utilizaba José de Andrade, que se dedicaba a las quintas de verduras. 

Hago danza desde los 7 años, empecé con danza clásica, acá en Rodríguez, con Silvia Rodríguez. Hace dos años que hago teatro, estudié en Ramos Mejía, teatro de títeres en el teatro San Martín, y fui parte de un proyecto títeres en la universidad de Luján. 

Mi hija se crió hasta los siete años en el barrio, actualmente es cantante lírica y estudia en el conservatorio superior de música Manuel de Falla Buenos Aires, haciendo la carrera profesional de cantante lírica. 

Mi hermano Facundo, que también se crió en el barrio, se está por recibir de licenciado en artes audiovisuales, en la UNLu. Digamos que la familia es de artistas. Mi hermana, que todavía vive en el barrio, es profesora de filosofía. 

Recuerdo cuando salíamos a jugar, enfrente de mi casa no había nada, los chicos que vivíamos en esa cuadra íbamos a jugar muchísimo al agua los días que se inundaba. Jugábamos con las ranas, los renacuajos, tengo el recuerdo de mucha naturaleza, de ir caminando para el fondo 10 cuadras y todavía no tenía la densidad poblacional que tiene ahora. 

Yo jugaba con Lorena Cordone, que creo sigue viviendo en el barrio, con Rafael, estaba doña Elvira, Mariano Andrade y otros chicos que vivían un poquito más atrás, como Virginia y Martín Piñeiro. 

Hubo una época que fue muy divertida, vivieron como tres años una familia que tenía un circo: Rafael, Carina y una hermana más chica, que no puedo recordar el nombre. Jugábamos un montón porque tenían cosas de circo, creo que eso me inspiró muchísimo con la actuación y el arte. El haberme criado en la naturaleza hizo que eligiera la ciencia, recuerdo que tenía la fascinación de coleccionar hojas, plantas, renacuajos, era bastante curiosa y eso marcó mucho mis vocaciones. 

Yo iba a comprar al almacén García, me mandaba mi mamá, y al de D´Alessandro, que también era correo ya que la correspondencia no llegaba a tu domicilio porque las casas no tenían numeración. 

Mi hermana y Gisela son de la primera promoción del jardín en el lugar propio.
Recuerdo cuando se inauguró la plaza, habían unos juegos increíbles. Ese juego de espirales es uno de los más viejos, las hamacas eran enormes, te podías subir de a 4, eran impresionantes los juegos cuando la inauguraron.

Eran hermosos para la época, no duraron lo que uno hubiese querido porque iban chicos más grandes. 


Yo tuve mucha participación en el barrio con la iglesia, con la hermana María Paz, a pesar de no ser católica, me gustaba mucho el trabajo barrial de las hermanas. De las fiestas que hacíamos en la plaza, de los pesebres, de todas las actividades.  

Después recuerdo que llegaron otras familias: Los Techeras, la Yacopetti, Marcel que es muy amigo de mi hermano, Romina. Tengo hermosos recuerdos del barrio, para mí fue una hermosa infancia, podía salir a jugar y comer la fruta de la planta, algo que siempre hago cuando puedo, muy bello. 

Sempre me dio pena que no me mandaran a la primaria del barrio, me mandaron a viajar a Rodríguez. Es algo que me hubiese encantado hacer, porque los chicos del barrio se quedaban ahí y sé que esos chicos siguieron estudiando igual, por ejemplo Verónica Lamb es profe de historia y otros fueron abogados. 

Mi abuelo Quiroga colaboró con la construcción de una de las primeras aulas de la escuela 13, mis padres fueron a esa escuela cuando era nucleada y tenía pocos salones. Estaba el maestro Iribarne que llegué a conocer en una fiesta de aniversario de la escuela 13. Él era como un mito en el barrio, también Alicia Aumenta, con ella llegue a trabajar como docente. 

Mis abuelos y mi tía me contaban lo de los farolitos, que la gente se reunía mucho en la Sociedad de Fomento. Yo no recuerdo muchas actividades en la Sociedad de Fomento, muy pocas, si del funcionamiento del jardín. 

Recuerdo como algo muy lindo la llegada de la gente de la CTA, en la casa de la familia Panepucci, yo estoy casada con uno de los chicos de ahí, con Benjamín. Lo conocí en la movida barrial que ellos hacían en el barrio y tenemos hijos, tengo recuerdos muy lindos de Estela, de Omar, el trabajo de ellos en el barrio según mi punto de vista fue muy importante, me da mucha emoción cuando hablo. 

Sé que la hermana Paz volvió a Tucumán y creo que falleció. Mi tía Marta Colman, la siguió viendo, a ella y a la hermana Blanca. Mi tía trabajó con las hermanas cuando empezaron con los talleres, de costura, y ese tipo de cosas, viajaba a capital para verlas.




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