miércoles, 24 de marzo de 2021

María Camacho


Tengo entendido que la estación de Ferrocarril, la hicieron Clemente Rossi, Polio, Maximiliano, Bair y Salvador García. Ellos eran de una Comisión y gestionaron para hacer la estación. Primero era “Kilómetro 56”.
Clemente Rossi era empleado ferroviario, hizo toda la gestión ante el ferrocarril para ponerle el nombre “La Fraternidad”, por el gremio, en la cual se le puso una placa que él mismo había hecho en el trabajo. 

(En la muestra realizada en el HCD, 2019, María nos contó que Clemente Rossi fue quién propuso el nombre de La Fraternidad al apeadero, por el gramio de maquinistas y foguistas del ferrocarril).

Como no había luz se le había puesto unos lúmenes a kerosene y Salvador García, que tenía un negocio a media cuadra, iba todas las noches a la estación para prenderlos y que se vieran.

La plaza primero era más chiquita, yo no estaba en ese momento, la hicieron Rossi, Bair, mi tío Florencio Cuadrado, Maximino, Salvador Salagoity y no recuerdo quien más. Había una placa que decía los fundadores. Esos fundadores fueron los que hicieron la primera aula de la escuela y la estación ferroviaria.

El edificio de la Sociedad de Fomento no era lo que es ahora, era mucho más chica. Ahí hubo muchas comisiones, había un reglamento por estatuto, los vecinos pagaban una cuota mínima. Con ese dinero se hacían veredas, tramitaban todo lo que era necesario, por ejemplo que la municipalidad haga las alcantarillas, arreglar las calles, etc.

No había luz, en los bailes que se hacían en la Sociedad de Fomento cada uno llevaba un farol, Mario Raymundo hacía de policía, pero nunca había problemas.


A una Comisión, la cual estaba integrada por Teresa Tiberi, José de Andrade, su señora, Clemente Rossi, Ana Ortiz y otros más, se les ocurrió poner la luz e iniciaron el trámite, en Morón. 
Una vez con la luz, hubo un gran problema al darle luz a Augusto Magalhaes para la quinta, en ese momento se llamó a elecciones y entramos nosotros: José Andrade, Juan Linera, Edgardo, yo… y no me acuerdo ahora quién más.

Como los demás trabajaban y yo me podía escapar de mi negocio y dejarlo a mi marido trabajando, me iba con Linera a Morón a hacer los trámites. Pusimos entre todos, nos costó como dos años el trámite (año 72´) y eran 105 casas. Todos los vecinos nos dieron el dinero a Linera y a nosotros, esa noche me quedo con mi hija Norma en el negocio y Edgardo a la casa de Linera a buscar todo el dinero que tenía para pagar las bocas de la luz al otro día. Cuando Edgardo está volviendo nos asaltan y le quitan toda la plata. No podíamos decirle a los vecinos que volviera a pagar, a ellos les costó, entonces la juntamos nosotros y pagamos como corresponde.
Entonces vino la luz, todos contentos y festejamos!
Luego el tema fue que del otro lado de la ruta no tenían luz, vino otra Comisión, en la cual Edgardo y yo volvemos a quedar y se agrega Elsa Fernández y su marido Carlos Fernández y algunos más. Fuimos con Linera otra vez a gestionar la luz para el otro lado, Linera tenía una personalidad Impecable, con educación y cortesía ganaba a todo el mundo y de esa manera en el 74´ llegó la luz del otro lado (de Raffo a Granaderos, abrimos una cuenta en el banco y cada uno fue a pagar su parte. Y no tuvimos problemas.

Edgardo y María el
día de la boda.
Mi marido era el más Hinchaba con una sub comisaría, como la que había en Malvinas. En un momento Di Landro dijo vamos a traer a infantería, la municipalidad se hizo cargo de todo. Nos tocó gente maravillosa, yo me trataba todos los días con ellos, siempre me sentí muy protegida.

La iglesia la hicieron antes de que yo me casara, la hizo el ingeniero Scotucci, Juan Carlos Mañana, Juanita de Pietri y alguien más que no recuerdo. 
La Sociedad de Fomento acá no tiene nada que ver. Marta Cordone se casó ahí, fue el primer casamiento de la capilla.

El negocio más viejo de todos fue “Las Acacias” de Salvador García y Blanca de García, que son los papás de Carlitos García, era una despensa. Después estaba Donato Cuoco, en el fondo y después estaba mi papá Benerito Camacho despensa. Nuestra carnicería fue en junio del año 63´. 

La parte social siempre me gustó, hacer el bien, ayudar en las inundaciones, en las desgracias, o si se quedaban sin trabajo. En un momento los jubilados no cobraron por tres meses, nosotros bancamos esos meses hasta cuando pudieran cobrar, si podían. 

Había pocos vehículos, don Tito Cordone llevaba al hospital a las mujeres embarazadas, era como la ambulancia todos recurríamos a él. Era el abuelo de Dani Cordone.

El asfalto (las dos primeras cuadras) se empezó a hacer en la época de los militares, acá estaba Ferreira, ahí se hicieron las dos primeras cuadras. Yo saque con una pala las dos punteadas para sacar muestras de la tierra para que la analizaran. Con esa muestra ellos proyectaron e hicieron el asfalto, pero fue una gestión de los vecinos. 

La salita también se gestionó por la Sociedad de Fomento, Edgardo quería tener todo en el barrio y fue el que más insistió. La primera salita era una parte de la sociedad de fomento, se había hecho un cuartito junto con la biblioteca.

La biblioteca tenía muchos libros donados, un televisor, un escenario de madera enorme, una heladera comercial de tres puertas de acero inoxidable, un montón de copas, había una cocina, sillas, discos, un tocadiscos, parlantes y mesas. 

Los papás de los nenes del jardín, cuando se daban las clases en la Sociedad de Fomento traían las sillitas y banquitos para tener comodidad, no llegó al año. En ese momento, estaba como Intendente Arano que dijo: “D´Alessandro me tiene tan re podrido que le voy a hacer el jardín”. Arano en su gestión hizo el jardín, era moderno.


Edgardo se fue con las ganas de hacer un Centro Materno Infantil para que las mujeres puedan salir a trabajar.






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